Florida de Birkenstock, un clásico que encarna la evolución de un calzado que, sin renunciar a su esencia, ha sabido encontrar nuevas formas de permanecer vigente.
Actualmente cuando pensamos en Birkenstock nos viene a la mente sus dos modelos emblemáticos como Arizona de dos correas y en años recientes, el auge del mítico Boston. Sin embargo, pocos modelos han logrado un equilibrio tan preciso entre funcionalidad, diseño y longevidad como el modelo Florida con su inconfundible silueta de tres correas ajustables y una plantilla ergonómica que abraza el pie como una segunda piel, manteniendo un diseño que se ha vuelto reflejo del compromiso de la marca con el bienestar, pero también como una pieza con una historia profundamente ligada a la evolución del calzado moderno.

El modelo Florida nació como una respuesta al deseo de ofrecer mayor sujeción y ajuste a través de un diseño de triple correa. A diferencia de otros modelos, se pensó para personas activas que requerían una sandalia de uso prolongado, adaptable a diversas condiciones de movimiento y jornadas extensas. Su diferenciador radica en su diseño envolvente que brinda mayor estabilidad y que al paso de los años se convirtió en un favorito de la industria basada en su plantilla anatómica original de Birkenstock, concebida para imitar la huella natural del pie sobre la arena, promoviendo una postura correcta y una pisada saludable.

Lanzado inicialmente con un enfoque claramente funcional, el modelo Florida fue durante muchos años la primera elección de los fans de la marca, sin embargo, en las últimas décadas —y en especial a partir del resurgimiento de la estética ugly shoe— su silueta ha sido reinterpretada por diseñadores, estilistas y casas de moda. Este 2025, con nuevas paletas de color y materiales como el Birko-Flor, cuero vegano y acabados metalizados, han permitido que el Florida se consolide como un calzado que trasciende generaciones y perfiles.
Hoy, el Florida representa el ADN más puro de Birkenstock donde la comodidad es la nueva norma del lujo, este modelo nos recuerda que la moda puede (y debe) caminar al ritmo del cuerpo.

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