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La sombra de tu ex
Ha pasado tiempo desde que tu relación terminó. Sin duda es una de las cosas más difíciles que […]
58Ha pasado tiempo desde que tu relación terminó. Sin duda es una de las cosas más difíciles que has enfrentado y a pesar del tiempo que ha pasado, aún sientes la presencia de tu ex, como una sombra en tu camino. ¿Qué está pasando?
No es lo mismo extrañar a alguien que sentir su sombra. El extrañar es un sentimiento agridulce y melancólico; extrañamos a nuestros seres queridos, recordando momentos felices y a la vez momentos dolorosos como la distancia o el decir adiós, a pesar del dolor, al extrañar hay un sentimiento que nos reconforta el corazón. Cargar con la sombra de alguien es lo contrario, es una pena que lastima, nubla la mente y hunde el corazón.
Al amar nos hacemos vulnerables. Ser vulnerable es ser frágil, esto es bueno, es nuestra capacidad para sentir y apreciar la importancia de las personas en nuestra vida, si no fuéramos vulnerables, seríamos insensibles. En nuestra fragilidad, el vacío que deja una persona puede dañarnos en diferentes aspectos y llevarnos hacia caminos complicados. Es un duelo difícil y muchas veces largo.
En la soledad, podemos cuestionarnos a nosotros mismos las causas de la ruptura —¿Qué hicimos mal? ¿Fui yo? ¿Fue él? ¿Qué pude haber hecho mejor? ¿Ya habrá encontrado a alguien más? ¿Me habrá olvidado? — Estos pensamientos dañan nuestro autoestima y seguridad, llevándonos a la culpa; la culpa es lo que nos ata a las personas, la culpa de no saber si pudo haber sido mejor, la culpa de no perdonar o ser perdonado.
Es difícil, no subestimes el enorme reto que es superar a alguien, puede tomar años pero la mejor forma de dejar atrás a tu ex, es comenzar por perdonarlo. Perdona sus fallas humanas, sus fallas como pareja, como amigo, como familiar. Perdónalo si te te lastimo, aunque haya sido de manera grave, el daño está hecho y solo tu puedes superar lo que te hizo. Cuando se rompe un cristal, se recogen los fragmentos para que no te lastimen; no te dañes con recuerdos dolorosos y rencores.
Perdónate a ti misma, perdona lo que hiciste y lo que dejaste de hacer. Perdónate si lo lastimaste y perdónate por autolastimarte. Perdonar no es olvidar, es reconocer nuestras fallas, comprender nuestros errores, aprender de ellos y superar los rencores.
No te engañes. Él no es el único que te encuentra hermosa, cautivadora, encantadora, fascinante o valiosa. No caigas en la desesperación de creer que no vas a volver a ser amada. Si fuiste feliz con la persona equivocada, imagina lo feliz que serás con la persona correcta.
Mau Monrroy
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