La mayoría utilizamos brochas a diario, ya sea para nuestra base, brush, o nuestros polvos translúcidos, sin embargo, no aplicamos el mismo cuidado y limpieza a estas herramientas o no lo hacemos de la manera correcta y en ellas se acumulan muchas bacterias y gérmenes.
Muchas veces no sabemos a qué se debe nuestro acné o la presencia de espinillas, y en ellas puede estar la respuesta.
Es necesario lavar las brochas una vez a la semana, para evitar la aparición de bacterias así como remover el resto de producto que se acumula. Gracias a esto, nuestra piel estará mucho más limpia y le daremos más vida a nuestras brochas.
Lo único que se necesita es agua y jabón neutro, sin embargo también es posible adquirir productos especializados en la limpieza de tus brochas.
Debes mojar las cerdas con agua tibia y colocar una gota de jabón o limpiador sobre la brocha dando suaves masajes sobre la palma de tu mano o alguna superficie que puedes adquirir en tiendas especializadas en belleza.
Enjuaga bien las cerdas para que no quede jabón y exprime en una toalla limpia y déjala secar.
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